CASTELLÓ. El mundo al revés. El Ministerio de Fomento acaba de encargar a la ingeniería que depende de él mismo, Ineco, la realización del estudio informativo para la implantación del ancho internacional en el tramo del Corredor Mediterráneo que va de Castellón a Tarragona. Y lo ha hecho una vez que ya están elaborados los proyectos constructivos, e incluso licitadas las obras para el cambio de ancho ferroviario.
El motivo de este encargo está en la necesidad de superar la fase de alegaciones que las administraciones y empresas afectadas por el proyecto realizarán. Para ello, el documento debe definir "el cambio en las condiciones de explotación del tramo", según consta en el contrato por el que la Secretaría General de Infraestructuras encarga el estudio a Ineco.
Así las cosas, y a partir de los proyectos constructivos de vía y electrificación para los subtramos Castelló-Vinaròs, Vinaròs-Vandellós y Vandellós-cambiador de la Boella; y de sus correspondientes proyectos de señalizaciones y comunicaciones, dos de ellos en licitación y uno en ejecución, el estudio informativo debe "informar del cambio funcional" de la única alternativa para las obras: la conversión de las dos vías actuales de ancho ibérico al ancho internacional, tal y como ha definido el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en los proyectos constructivos citados.
Para este contrato informativo Fomento ha fijado un coste de casi 73.000 euros. De ellos, 40.000 van dirigidos a la realización del estudio informativo y el resto al "apoyo para el expediente de alegaciones" y la "aprobación definitiva" del documento. Ineco fija que, como máximo, responderá a 50 alegaciones diferentes.
La razón por la que Fomento haya encargado a Ineco el documento se debe a la urgencia con la que debe ir superando etapas para cumplir los requerimientos de la Comisión Europea para cofinanciar la obra, que se preveía pueda estar concluida en 2021 o 2022, algo que parece complicado. Y es que, según recoge el propio contrato de encargo, "los plazos comprometidos, junto a la complejidad de las obras y el consiguiente largo plazo de ejecución de las mismas, obligan a ajustar la duración de las distintas actividades requeridas, empezando por la redacción de los estudios informativos precisos".
Fomento tiene prisa y por ello debe realizar este estudio "de forma urgente". Para saltarse el trámite de la licitación pública, lo encarga a Ineco, pero aun así se le echa el tiempo encima. Y es que, tras aprobar el contrato el 26 de agosto, la redacción del estudio informativo debía comenzar el 1 de septiembre. Tras ello, Ineco dispone de seis meses para materializar el documento, superar el trámite de audiencia pública y lograr la aprobación definitiva.