CASTELLÓ. La retirada de la cruz de Ribalta va camino de convertirse en el culebrón del verano. La empresa adjudicataria de la obra, Solaris Purgaret, pide ahora al Ayuntamiento de Castelló paralizar el plazo de ejecución sine die. Lo hace cuando apenas quedan tres semanas para cumplirse el periodo de mes y medio que recoge el contrato y que comenzó a contar el 2 de agosto con la firma del acta de replanteo. Según argumenta la mercantil, el Contencioso-administrativo interpuesto por Abogados Cristianos contra el decreto del proyecto de recuperación del jardín genera dudas sobre la legalidad de la actuación.
Sin embargo, desde el consistorio se insta a la empresa a iniciar los trabajos de forma inmediata, ya que se dan las garantías jurídicas para ello. En la respuesta dada a la adjudicataria, se le recuerda que el juez, David Yuste, desestimó en abril las medidas cautelarísimas solicitadas por la Fundación para suspender la licitación.
La inesperada petición de Solaris Purgaret hace saltar las alarmas en el seno del Acord de Fadrell. Las justificaciones para evitar el comienzo de los trabajos se vienen sucediendo desde que se anunció la supresión del monumento. El primer revés se produjo con el encofrado de madera a fin de proteger el lábaro en las operaciones de alzada y posterior transporte al nuevo emplazamiento, en la explanada de la parroquia Santo Tomás de Villanueva. La empresa cercó el perímetro de la cruz sin tener el molde listo, por lo que resultó imposible empezar la ejecución. El segundo contratiempo sucedió precisamente al comprobar las características del vallado. No cumplía con lo que establecido en el pliego de prescripciones técnicas, de manera que hubo que retirarlo. A día de hoy, sigue sin colocarse la verja oportuna, ya que la mercantil asegura tener dificultades para localizarla.
Ante este retraso, el equipo de gobierno reitera a la compañía que debe respetar lo firmado. En este sentido, en el acta de adjudicación, suscrita el 6 de mayo, la concesionaria del proyecto se dio por enterada de la situación acerca del citado Contencioso-administrativo. Incluso, de acuerdo con el documento, se le informó sobre el amparo legal para retirar la cruz, dado que existe un informe jurídico de la jefa de negociado de Contratación, de fecha 29 de abril, y otro de Intervención, del 3 de mayo, que avalan la ejecución a tenor del fallo del magistrado.
Solaris Purgaret ganó el concurso público a finales de marzo después de imponerse a la otra concurrente, Transportes y Excavaciones Vicente Prades. La empresa, que obtuvo la máxima puntuación, ofreció una baja sobre el presupuesto de licitación del 12,20%, lo que permitió al Ayuntamiento ahorrarse unos 9.000 euros. El 5 de mayo, la concejala delegada de Contratación, Pilar Escuder, suscribió el decreto por el cual se aprobó la adjudicación. El 28 de julio, la empresa aceptó el contrato de las obras de recuperación del jardín de la cruz. A partir de ese momento, comenzó la cuenta atrás, en tanto en cuanto el acta de replanteo debía firmarse dentro de los siguientes 10 días naturales.
Con apenas tres semanas para ejecutar el proyecto, el Ayuntamiento se enfrenta a distintos escenarios. Desde negociar con la mercantil una ampliación del plazo, siempre que acredite debidamente la demora, hasta esperarse al vencimiento para imponerle una sanción, según lo que establecen las cláusulas administrativas. Fuentes municipales aseguran a este diario que por el momento no se ha tomado ninguna decisión.
La actuación en Ribalta no se limita a retirar el monumento, en cumplimiento de la ley de Memoria Democrática. Además, está previsto restituir el espacio ajardinado que existió en 1926, lo que supone eliminar la actual plataforma y realizar movimientos de tierra para crear andenes y macizos, donde se plantarán setos, arbustos y árboles. Por otro lado, se contempla la colocación de bancos con asiento de piedra y chapado en cerámica, idénticos a los que se ubican en el andén contiguo más cercano al paseo del Obelisco. Una actuación difícil de materializar en solo tres semanas.