CASTELLÓ. “La identidad se va construyendo con años, eso nunca para. Hay que ser ambiciosos en algunas cosas y conformista en otras y en la mezcla de ambas está lo que eres”. Así se expresaba el músico, productor y cabecilla de Club Gordo, Pablo Barberà, en una mesa redonda que se organizó hace un año en València para analizar la escena techno de la ciudad. Una escena que ha conseguido crecer desde cero gracias a colectivos y grupos que en los últimos años han sabido aportar nuevas ideas y voces al panorama musical valenciano. Como afirmaban sus miembros, el tecnho "no es todo fiesta, sino que también es parte de un arte". Un arte que necesita, no obstante, de más espacios y canales para poder escucharse. En esta línea, Disforia ha irrumpido en Castelló para tratar de generar también una escena techno más grande .
Carlos y Ade, sus responsables, se han unido para montar eventos mensuales en la sala Zeppelin, donde tratarán de acercar artistas emergentes y sonidos nuevos a la capital de la Plana. "Lo hacemos sin saber si existe esa escena aquí. Pero, siempre vamos a València para escuchar a nuestros artistas favoritos y llevábamos tiempo pensando en cómo podríamos traerlos a nuestra ciudad. Queremos hacer algo parecido a lo que hace Gordo en València. Se encargan de sacar a la luz artistas que no conocemos".
Disforia montó el pasado 15 de septiembre su primera fiesta ante casi un centenar de personas. En ella, pincharon la misma Ade (Krei-C), a la que se le ha podido ver anteriormente en pubs como el Killing Time y Electropura, ambos en València; Anabella también Fag Hag, desde Alicante; y Billy, quien ha llevado su dark tecnho a sitios de tanto renombre como Spook. "Fue genial y además algo que agredieron las djs es que les dejamos total libertad creativa".
Construir escena desde la paridad
Tienen claro los castellonenses que el techno es la base, pero a partir de aquí se abren a todo tipo de música electrónica. "Lo que realmente queremos es traer una cultura dance diferente a Castelló. Muchos djs valencianos no vienen a tocar aquí, porque no existen espacios como tal de electrónica. De ahí nuestra ilusión de montar esto", manifiestan sus impulsores.
Y en este compromiso de descubrir nuevos creadores, no se olvidan tampoco de la importancia de la paridad. Hay cada vez más nombres femeninos en la escena, sin embargo, la mujer sigue luchando porque se la tome en serio como dj. “Se nos ve como la cuota de participación femenina que hay que alcanzar en los festivales y no queremos ser la cuota. Somos artistas y creadoras, al igual que hay artistas y creadores", alertaba la dj y presentadora en Radio 3 Rosa Pérez, hace años en un encuentro en Castelló sobre el papel de las mujeres en la música electrónica. Tienen claro, en este sentido, desde Disforia que hace falta "más visibilidad y diversidad", porque "en la escena de Castelló no hay casi mujeres".
Con todo, no quieren Carlos y Ade acomodarse en su papel de programadores y darán prioridad a artistas "que también se produzcan, que se hayan construido una imagen y una marca propia. "Buscamos que su research sea profunda y más underground", manifiestan.
Son conscientes desde Disforia de que esto implica más meses de preparación y trabajo, sin además saber "si vendrá gente", pero al final es lo que necesita la ciudad, sonidos que rompan. "De momento haremos un evento al mes porque cuesta mucho organizarlos. Nos bastamos los dos, aunque nos gustaría tener a alguien más adelante que nos ayudará en la parte física, pero todo lo que ganamos se reinvierte en artistas".
La siguiente fiesta de Disforia será el 10 de noviembre y contará con Lucía Gea y Jaime Llorens, dos de los dj’s que más frecuentan el panorama de la música electrónica de València; así como Carlos, organizador de estos ciclos, quien pinchará bajo el nombre de Misèria. "Nos gusta montar eventos de pum chi pum chi sin fotos ni vídeos para que podáis disfrutar de la música", avisan los castellonenses en su descripción de Instagram. Prueba de ello es que las de este artículo son de las pocas imágenes que quedaron de su inauguración.