CASTELLÓ (EP). El pleno del Ayuntamiento de Castelló ha aprobado este jueves de seguir adelante con la tramitación para el cambio de denominación del municipio en la forma bilingüe Castelló de la Plana/Castellón de la Plana en base al informe del filólogo y catedrático emérito de Literatura Española de la UJI, Santiago Fortuño, con los votos a favor del PP y Vox y en contra de PSPV y Compromís.
El expediente se someterá a información pública durante un periodo de 20 días para que se puedan formular alegaciones y, si no se presentase ninguna, será remitido a la Dirección General de la Administración Local de la Generalitat Valenciana.
Durante el pleno, algunos concejales del PSPV y Compromís han portado camisetas con el eslogan 'La llengua o es toca', mientras que durante el debate de este punto han exhibido carteles en los que se podía leer 'El nom és Castelló'.
El portavoz de Compromís en el Ayuntamiento, Ignasi Garcia, ha subrayado que "la derecha de PP y Vox vencerá, pero no podrán convencer a nadie porque no tienen argumentos", y ha subrayado que este cambio del topónimo responde a "su odio al valenciano". "Están imponiendo este cambio y no cuestionamos que Fortuño sea experto, pero no lo es en lingüística y su informe ha sido desautorizado por la Fundació Germà Colón", ha añadido.
Garcia ha pedido que el informe del departamento de Filología y Culturas Europeas de la UJI sea incorporado al expediente municipal, y ha anunciado que alegará a esta aprobación del cambio del denominación de la ciudad.
Inmediatamente después de Garcia ha tomado la palabra el portavoz de Vox, Antonio Ortolá, momento en que los ediles de la oposición han guardado los carteles que exhibían tras perdirles la alcaldesa, Begoña Carrasco, que lo hicieran por "respeto" al concejal que estaba interviniendo.
Ortolá, que ha acusado a la izquierda de "odiar la libertad lingüítica, la libertad religiosa y la libertad educativa", ha señalado que ahora "vuelven a hacer frente común para que un castellonense que no hable valenciano se sienta extranjero en su propia ciudad".
"Vamos a defender la libertad en el ámbito lingüístico, pues no es más valenciano el que habla valenciano, sino el que tiene arraigo en la tierra y la ama. Por eso apostamos por el doble topónimo de la ciudad porque creemos en la libertad de las personas que viven en la ciudad", ha añadido.
El concejal socialista José Segura ha indicado que Germà Colón, Antonio Gascó y Vicent García Edo, entre otros, suscribieron un manifiesto en 2017 en el que dijeron que "el hecho de cambiar Castellón por Castelló representaba una reparación histórica, y que la recuperación del nombre únicamente en valenciano era un paso más que necesario"; mientras que la Académia Valenciana de la LLengua aprobó un informe sobre la adaptación de la forma única oficial en valenciano del topónimo de la ciudad y dijo que Castellón no es una evolución histórica castellana, sino una adaptación morfológica posterior a partir de Castelló". "El 99 por ciento de los historiadores y filólogos opinan que debe ser Castelló", ha apuntado.
"Fracasarán al final de este hostigamiento por querer cambiar la hostoria. Están pervirtiendo la palabra libertad y solo pretenden marginar nuestra lengua", ha destacado el socialista.
El popular Vicent Sales ha manifestado que este cambio del topónimo es "el resultado del compromiso de reinstaurar la forma bilingüe como muestra de la convivencia entra las dos lenguas oficiales". "PSOE y Compromís no cambiaron la denominación de la ciudad, sino que suprimieron Castellón y nosotros restituimos la tradición en la forma bilingüe desde hace siglos", ha explicado.
La Plataforma per la Llengua ha convocado a las entidades integrantes de Castelló per la LLengua para unirlas junto con los partidos políticos y defender el topónimo oficial de Castelló de la Plana ante el hecho de que el gobierno municipal haya acordado continaur los trámites para su "castellanización" y, por tanto, "ignorar los informes oficiales, científicos e históricos que avalan la toponímia en valenciano".
La entidad, paralelamente al Pleno municipal, ha lanzado un manifiesto y se ha concentrado en la plaza Mayor con el objetivo de recoger apoyos a favor del mantenimiento exclusivo como topónimo oficial de Castelló de la Plana, ha señalado en un comunicado.
El delegado de la Plataforma per la Llengua al País Valencià, Toni Royo, ha criticado la decisión del gobierno municipal. "La iniciativa del actual equipo de gobierno de recuperar el uso oficial de la forma 'Castellón' responde a intereses ideológicos contra el uso del valenciano", ha añadido.
Así, la entidad ha impulsado esta mañana una movilización para denunciar públicamente "el ataqaue a la lengua que pretende hacer el gobierno municipal". La entidad inicia un camino para sumar apoyos a su manifiesto "a favor del nombre 'Castello de la Plana" y recordar que 'la llengua no se toca'".
Durante el pleno también se han abordado otras cuestiones, que en algunos casos han generado fricciones. La petición de Compromís de crear una comisión para investigar las multas del edil de Movilidad, Cristian Ramírez, en zona azul ha provocado un claro enfrentamiento entre el equipo, que ha rechazado la solicitud, y la oposición. Por el contrario, sí ha habido unanimidad para aprobar el Plan Director de Aguas Regeneradas y una declaración institucional con vistas a reclamar al Consell inversiones para construir un colector principal que dé servicio a los barrios periféricos.
Otro punto que casi ha derivado en un consenso ha sido el relativo al II Plan de Cooperación Internacional. Todos los grupos municipales (PP, PSPV y Compromís) han votado a favor, mientras que Vox se ha desmarcado de su socio en el ejecutivo y se ha mostrado en contra.